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Nuevos hallazgos sobre el origen de la obesidad - Obsevatorio de Nutrición y el Estudio del Sobrepeso y Obesidad
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Nuevos hallazgos sobre el origen de la obesidad

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Rachel Tumin y Sarah Anderson estuvieron a cargo del estudio realizado en la Universidad Estatal de Ohio, Estados Unidos, en el cual los investigadores se propusieron examinar el vínculo existente entre los alimentos consumidos en familia y el riesgo de padecer obesidad. El mismo muestra como resultado que los adultos que no ven televisión mientras comen alimentos hechos en casa junto a sus familias son menos propensos a sufrir de obesidad.

Para llevarlo a cabo los investigadores tomaron datos de la Encuesta de Evaluación de Medicaid Ohio del 2012 que se realizó telefónicamente y examinó a los adultos que residían en Ohio y que habían comido al menos un alimento con la familia en la semana anterior. Así, se recolectaron los datos de unas 1300 personas a las que también se les calculó en índice de masa corporal (IMC) en función del peso y la altura que las mismas relataron. La obesidad fue definida como un IMC de 30 o mayor.

El estudio concluyó que las personas que comían en familia entre 6 y 7 días de la semana eran igual de propensa a sufrir obesidad que aquellas que habían comido en familia 1 o 2 veces. Sin embargo, aquellos que no veían nunca la televisión mientras comían en familia tenían un riesgo 37 veces menor de ser obesos que los que siempre veían televisión, independientemente de la frecuencia de comidas en familia.

De aquí que el menor riesgo de sufrir obesidad lo tuviesen aquellas personas que comían alimentos preparados en casa y en familia, y aquellas cuyas comidas en familia no eran interrumpidas por la TV. "La obesidad fue tan común en los adultos que comían con la familia 1 o 2 veces a la semana como en los que comían con la familia todos los días. Sin importar la frecuencia de las comidas en familia, la obesidad fue menos común cuando los alimentos se consumían con la TV apagada y se preparaban en casa", explica Anderson.

Asimismo, Rachel Tumin señala: "Quizá la frecuencia con la que se hacen comidas en familia no es lo más importante. Es posible que lo que se hace durante dichas comidas sea más relevante. Esto enfatiza la importancia de pensar críticamente sobre lo que sucede durante dichas comidas, y si cabría la posibilidad de apagar la TV o hacer más respecto a la preparación de los alimentos".

 

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