La insuficiencia ponderal y la obesidad se asocian a consecuencias adversas para la salud a lo largo de la vida. Por lo tanto, las políticas óptimas de nutrición y salud deben abordar ambas formas de malnutrición, como lo indica la meta 2.2 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que pide poner fin a “todas las formas de malnutrición”. Las tendencias en materia de insuficiencia ponderal y obesidad han variado sustancialmente entre países y grupos de edad.  Además, la insuficiencia ponderal y la obesidad han cambiado independientemente una de la otra en algunas regiones. A pesar de estas heterogeneidades, los datos mundiales sobre cómo ha cambiado la carga combinada (doble) de insuficiencia ponderal y obesidad en términos de magnitud y composición son escasos, y los últimos datos sobre su prevalencia individual son de 2016. Esta falta de evidencia consistente obstaculiza la asignación óptima de recursos y la formulación de políticas para abordar ambas formas de malnutrición.